Pedro Bellorin
El Catedrático
Sitio obligado para
el paso del ferrocarril cargado de magnesita que salía desde Loma de Guerra y
tenía como destino el puerto de Manzanillo.
En este suelo se
levanto una comunidad de aborígenes que luchó conjuntamente con la de El Tirano
para que un militar de nombre Vicente de Guerra, no recibiera esta posesión en
reconocimiento de haberes militares.
Aricagua sitio de
la miel, árbol lechoso, suelo de oro, contó con los servicios del señor Fruto
Bejarano, Alcalde pedáneo a quien el abogado Jasé Bruno del Campo supo plantear
al caso de los indígenas pisatarios.
Aricagua ve al
norte al sector de Manzanillo, al sur Loma de Guerra, al este El Tirano y su
puerto y al oeste las montañas de La Valla y El Coco.
El vecindario es
colindante de La Mira, sitio que recibe el nombre por simular un mirador
natural que permitía ver las embarcaciones que iban y venían a la tierra
margariteña.
Aricagua guarda el
recuerdo del señor Wenceslao Hernández en el sector Los Mereyes, querido
escritor, folclorista, decimista y sabio que ocupó altas posiciones civiles y
tribunalicios. Fue preceptor de los cantos tradicionales y folclóricos donde
formó numerosos galeronistas que recorrieron la geografía nacional e insular,
entre ellos Don Julio Bello, Lucas Hernández, Servelion González, Cándido Hernández
y Adalberto Martínez.
Aricagua es la
tierra donde teniendo como preceptor al maestro Albornoz se inicia la escuela
que es conducida por el Maestro Juan Cancio Rodríguez, Rosaura Rosa Acosta y
Francisca Rodríguez se convierte al paso de los años en Unidad Educativa Don
Andrés Bello.
Suelo de
agricultores y gente con el ingenio para el trabajo productivo. Su primera
enfermera fue la señora Manuela González de Moya quien falleció superando los
noventa años.
En Aricagua se
recuerda que funcionó la primera Brigada de Seguridad Vecinal así como los
servicios funerarios pioneros del municipio.
La Doctora Deyanira
Carreño ex–registradora y ex–legisladora regional, doctora en derecho es
también aricaguera.
El Club La Familia,
creado para la recreación de la comunidad antolinense y donde se celebraron
algunos de los encuentros o reuniones para el logro de la economía municipal,
con el equipo encabezado por el Profesor Erasmo Gómez Quijada en el años 1988.
En la parte
política, Aricagua es el terruño de los Concejales Esmel Bejarano y Felipe
Hernández. Este pueblo ha dado para la docencia regional destacados educadores
contando entre ellos con Felipe el de Soilo, su hijo y los hermanos Moya
González entre ellos el cronista Ricardo Moya, bandera de Antolín. Contadores públicos,
abogados, banqueros, conductores de vehículos para el servicio colectivo como
lo fueron Jorge Bejarano, Eugenio Hernández, Benjamín Marín, Servelion González
y diligentes comunales como Jesús “Chucho” Caraballo, Político y dueño de la
editorial Trapiche y Fondá, periódico de suma importancia para el Municipio
Antolín del Campo.
En Aricagua se
practica la fe y devoción a San Pedro de la religión Católica, pero también hay
un templo donde practican sus hijos la Fe Evangelizadora en Cristo Nuestro
Señor.
Al sitio de
Aricagua usted puede llegar desde la Avenida 31 de Julio por tres entradas,
también desde La Mira pasando frente al Motel Por Viento Fresco o desde Loma de
Guerra.
En su suelo
Aricagua tuvo la presencia de dos molinos para la extracción del agua del
subsuelo, utensilios que ya no existen pero que fueron estampas de su pueblo
campesino.
En su centro está
la Casa Comunal del pueblo y el recuerdo de su Centro Cultural así como los vestigios
de la vieja casita de Doña Eufemia Arias de Gamboa.
Hoy Aricagua
recuerda a sus policías con uniforme de caqui Julio González, Andrés Ortega y
Placido “Pacho” Hernández, es también el pueblo donde reposa la partida de nacimiento
de los grupos musicales Alma Guaiqueri dirigido por Julio González y Perlas
Insulares de Felipe Martínez.
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